jueves, 28 de abril de 2011

el azote del amor y la muerte: Madre...

Imagine tu llegada en la eternidad.


Se que eres tu madre, los dioses ya la saben.

Amor eterno como el fuego de tu espada perpetua.

Bellas letras es pronunciar tu nombre cuando busco libertad.

Es que tu existencia me devuelve tiernamente al niño que llevo dentro.

Los latidos de mi corazon son tus pasos, se que no estare solo TE AMOR



Y EL POEMA ES: MADRE

martes, 2 de noviembre de 2010

Creo en éste otoño hecho de azul...

a oscuras, sin ti…
buscando horas,
minutos o segundos,
que sin verte, pueda existir.
y…

regresando del futuro,
donde estuve en el pasado,
despierto en mi presente,
recostado en tu regazo.

a oscuras sin ti,
he colgado la tristeza,
en algún punto olvidado,
del mundo original,
de un salón sin estrenar.

ya no hay flores,
solo una,
que llena el jardín de mi alma,
en silencio,
teñido de amor,
del azul del sol,
del canto del planeta,
del verde que es mi tierra.

ya no voy hacia ti,
no vienes hacia mí,
yacemos extendidos,
exhumados,
disueltos,
escritos como un poema,
en una infinita carta de amor.

Y el poema es: la carta azul.


cuando el tiempo presiona el corazón,
cuando el tiempo presiona el tiempo,
ese que no existe adorando a Febo,
ese que se esfuma entre los dedos de la felicidad…
entonces…

inclino mi esencia hacia tu mirada,
respiro tu presencia entre mi angustia,
columpio mis pensamientos en tu sonrisa
y me dejo ir… lentamente… hacia ti.

Y el poema es: hacia ti.



la noche sin ti mi amor... es un cielo extenso, sin estrellas, sin luna, que me anuncie las olas de los tiempos buenos. Un cielo sin ti mi amor, es un campo inhabitado por ninguna especie, salvo la voracidad salvaje de la tristeza, que arrasa y consume hasta la muerte. Una noche sin ti mi amor, es vaciar una copa llena de los gritos del corazón enamorado, solo, sin la menor compañía salvo el de tu recuerdo... es, perpetrar un golpe certero a la nada y que ésta apunte hasta nosotros. Una noche sin ti mi amor, es el desconsuelo escrito de nuevo, en otro diccionario, que no tiene lengua, ni raza que la sostenga... es, mirar a través del agua azul de la esperanza, las largas horas del viento elevando mis plegarias. Una noche sin ti mi amor, es verificar que existen estaciones sin sol y sin canciones... es, asumir el letargo designio de la cruz cimentada en nuestro destino. Una noche sin ti mi amor, es estar lejos de la música de tu pecho y dormir a un lado de la acera del cielo, esperando tu llamada a las 10:30 de la noche. No puedo esperar, voy junto a ti.

Y el poema es: no hay noches sin ti...
                    

                    A la única flor, que queda en el extraño
                    jardín, de un paraiso llamado amor...

viernes, 8 de octubre de 2010

PARA TIRIOS Y TROYANOS, ES PERUANO

Por Marcoantonio Paredes*


A Nicolás Hidrogo, compañero ineludible del quehacer cultural.
A César Boyd Brenis, compañero generacional y literario.

Para nadie es un secreto, mi reticente opinión, cuando se trata de la performance literaria de nuestro galardonado escritor Mario Vargas Llosa. Nunca, con el afán de aureolarme de afanoso y acucioso lector, dije que había leído la “Casa Verde”, novela que por demás, para mi gusto, resulta tan agotadoramente difícil de leer. Por el contrario, siempre admití el haberla iniciado, para nunca terminarla. Y no porque no comprenda su compleja estructura, que a mi sazón aún tengo mis dudas con el cómo fue escrita, sino, porque lo enrevesado y barroco de su lenguaje, termina por hacerme rendir ante el cansancio y el aburrimiento.

Muy por el contrario, el recuerdo que tengo de la “La ciudad y los perros”, novela que me impresionó mucho, dado que la primera vez que tuve noticia de ella fue en una película, que fue expuesta en una semana de setiembre cuando cursaba la secundaria y estaba de aniversario mi colegio, me dejó una grata complacencia del trabajo del afanoso director de cine Francisco Lombardi. Mucho después, pude leerla y no menos apasionarme y corroborar, al leer página por página, la realidad que bullía en sus líneas, pues muchas de sus situaciones, en charlas y comentarios de compañeros que habían cursado parte de la secundaria en alguno de esto dichosos colegios premilitares, me habían alertado de la compleja convivencia en sus recintos de preparación.

La “Tía Julia y el escribidor”, me hizo gozar entre sus párrafos y líneas, las vicisitudes de “Marito”, quien me alentaba a confesarle a la tía Liliana (esto nunca lo había dicho antes), mis sentimientos y pasión por su existencia, de la cual por aquella época aún andaba enamorado. Cómo olvidar a “Pedro Camacho”, sus guiones para las radio-novelas, su locura y el enredo de las mismas, haciendo que los actores que las locucionaban terminasen confundiendo situaciones, personajes y expresiones. Me fastidió mucho el ir verificando, poco a poco, en el lenguaje, el final de la novela. Hubiese querido que sea un texto interminable.

En la “Fiesta del Chivo”, que leí hace unos años, cuando aún la entrada a nuestro Instituto Nacional de Cultura – Filial Lambayeque, era libre, sin tener que ir de frac o con invitación orlada, o D.N.I., recuerdo haber entrado gritando al recinto que fue de todos los lambayecanos, un 30 de mayo, ¡Mataron al Chivo! ¡Viva la libertad! ¡Abajo Trujillo!, pues fue tal la conmoción que causo en mi la novela, que no pude hacer menos, que celebrar aquel dichoso día que justo coincidía con la finalización de la lectura y el aniversario del derrocamiento y muerte del dictador: “Se le hizo justicia a Urania”.

Con todos los compañeros del arte con quien he charlado, saben de mis desacuerdos con la opinión de nuestro afamado y virtuoso escritor Mario Vargas Llosa, con relación a la legalización del aborto, la legalización de las drogas, y todas esas opiniones un tanto inflexibles para un espíritu como el mío, que piensa en la naturaleza, su poder y sus divinidades latentes en todo lo que existe y hacemos. Nuestro Mario es Agnóstico, yo soy Gnóstico, y siempre dije que se iba a encontrar con los dioses antes de recibir el Nobel. La Academia, tiene su tufillo socialisticoide, fuera de tiempo para mi opinión, pero, esta vez, para alegría y orgullo de todos los peruanos, y mucho más aún para los que hemos hecho de las letras nuestro modo de vivir interna o externamente, le han concedido el Nobel, premio, fastidiosamente esquivo, pero que ahora lo debe hacer sentir como se siente cuando se gana algo y ya sabes de ante mano que eres bueno, porque un premio no hace el escritor, un galardón o una medalla no hace al poeta, la comodidad del dinero, no te hace sentir conforme, cuando tu corazón tiene el color de la tinta y sus pulsaciones dependen de las veces y la cantidad que presionamos las teclas de la máquina de escribir o del teclado del computador o, para los románticos, las veces que la punta del lápiz o lapicero, presiona el papel en blanco.

Mario era y es un escritor, antes y después del Nobel, puedo leer en su mirada y en su rostro, al menos la televisada, que el Nobel lo emociona, lo satisface, pero no lo hace. El tenía todos los premios, faltaba el Nobel, ahora lo tiene, y a la vez los ha perdido todos, pues para alguien como él que recibe el premio afincado en su posición neo-liberar que todos conocemos, es mucho más alentador, que si lo recibiera alguien que siempre ha colegido con las opiniones de la Academia. Entonces necesariamente, Mario al ganar el Nobel, que es el máximo galardón literario, tiene que perderlo todo, siempre lo ha hecho, para poder empezar de nuevo, como si nunca hubiese ganado nada, para poder sorprendernos, a Tirios y Troyanos, peruanísimos, con otro trabajo de la calidad que sólo Mario lo sabe hacer, disculpándome el tuteo, pues tengo la gran necesidad de hacerlo con el Nobel de Literatura 2010. Me dicen que con el “Sueño de Zenda”, ha regresado Mario a su época de la “Ciudad y los perros”, sería fascinante que haya trabajado el tema del luchador de los nativos del Congo y de la Selva del Perú, como lo hizo con una de esas novelas primigenias. El Nobel 2010 es peruano y se llama Mario Vargas Llosa. Esto me hace expresar de manera imperiosa “Nunca se jodió el Perú” ¡Allí estamos! ¡Viva el Perú… Carajo!

*Miembro Sociedad 13
Miembro Conglomerado Cultural
Miembro Fundador Plaza XXI

miércoles, 12 de mayo de 2010

MIS POEMAS

latinoamericano,

sentimiento de montaña,

de ande,

de río grande,

que se cambió por el nombre de Tania.



si la higuera cantara,

su murmullo de llanto,

la llanura donde alcanzan sus ojos moribundos,

verterían sobre la tierra el azul de su esencia.



crees en dios?

creo en el hombre,

hombre puente de la divinidad,

de las madreselvas testigos de su voz.

qué tiene el poder que gana?

qué tiene que gana a la fe?

a la fuerza del amor,

a la del hombre que cree en el hombre.



nono sol de octubre,

sólo mataron los ojos,

la naturaleza sigue intacta,

contenida en todos,

como bombo de guerra en letanía.



queda en mí el guerrero,

de enhiestado corazón,

de espada hecha del sol,

que quiere la corona del cristo,

la del alma pura que vive en la esencia.



¿Virgen… ahora vigilas mis pasos?



Y el poema es:

Esencia del Che

lunes, 30 de noviembre de 2009

EDITORIAL: REVISTA PAPEL ROJO


Nadie puede negar que la muerte muestra con frecuencia su presencia, en ocasiones, lenitiva para el cuerpo padeciente, en otras, las escenas trágicas nos hacen pensar en un ser malvado tocando con su guadaña a diestra y siniestra, sin ton ni son, a cualquier individuo que no logramos imaginar criterio alguno para elegirlos. No obstante, los que creemos en un orden cósmico, sabemos que nada sucede al azar. Nadie muere por capricho de un ser que esta más allá del bien y del mal, lo que obviamente se traduce en la existencia de explicaciones que, es cierto, no alcanzamos a evidenciar o comprender. Esto demuestra nuestras limitaciones para interpretar los acontecimientos de la naturaleza lo que nos impondría, necesariamente, asirnos de medios más sublimes o trascendentales para leerlos o entenderlos.
Sólo lo eventualmente incomprensible e inaccesible, puede llevarnos a concluir en un oscurantismo de conocimiento, pero, cuando se echa mano de los sentidos suprasensibles que tenemos, como por ejemplo la intuición objetiva, esta nos lleva a dilucidar cualquier símbolo del lenguaje de la naturaleza, de modo tal que ningún suceso u acontecimiento sea ininterpretable. Del mismo modo, la muerte tiene ese cariz oscuro porque no podemos leer en ella su mensaje objetivo, llevándonos incluso a no poder trascenderla, prescindiendo de ella, para conocer ese otro lado que de tanto misterio está envuelto gracias a nuestras propias carencias de sentidos sensibles.
La muerte como un hecho físico esta allí, sin que nadie la pueda negar; y no se le puede negar porque no se le conoce, sólo el conocimiento de la misma nos llevaría a la negación vital de la misma. Y es justamente con ella misma que podríamos vencerla a ella misma. Sólo la muerte puede vencer a la muerte. Si descubrieras que hay detrás del traje frío de capacete negro, calavera blanca y dorada guadaña, te liberarías de ella por toda una eternidad. El secreto esta en la misma muerte. Sólo muriendo puedes eliminar a la muerte. Al fin al cabo el hecho de la muerte es un acto que palpita de instante en instante, de momento en momento, aquí y ahora, que más da hacerla conciente para eliminar todo aspecto psicológico negativo que es el desencadenante de la física muerte. Pero sólo valientes, ha registrado la historia secreta que han podido develar la cara oculta del portador de la guadaña. Una vez que le han visto la verdadera faz, ya no pueden morir nunca. Ella se rinde a sus pies y los reviste de la capa carmín de los reyes, reyes de sí mismos y por ende del universo entero. Te invito a morir, la muerte esta en marcha.


Editor: Marcoantonio Paredes

miércoles, 21 de octubre de 2009

MIS POEMAS

no estoy aquí,
soy extensión del tiempo,
de tu tiempo,
de tu caricia,
del viento sacro de tu cabello.


Y el poema es:

viaje del amor.